Noches azuladas de suave neblina hermosa
descansa mi cuerpo en un dulce sueño
y la fría briza se escabulle por mi ventana
soltando el suave tul de mi pijama
Un resuello justo en mi escuálido cuello
y un vaho que sedienta me enloquece y eriza mi cuerpo
al despertar solo una rosa negra
bella y de dulce aroma me sorprende
Observo cada noche las calles desoladas
y bañadas de la luz de la luna
que parece ansiosa mirarme
y esa sombra que mis instinto saben que es la tuya
Eres mito para algunos
pero yo; ya se que existes
tómame esta noche clavando tus colmillos
introduciendo tú veneno lentamente
Llévame a tu conclave de la oscuridad
transforma este cuerpo que espías
que de seguro será vampírico y feral
junto a ti por calles parisinas
Olvidare mi mundo y mi nombre
con cada punción de tus colmillos
al tiempo en que tus gélidas manos
desnudan mi cuerpo para el ritual
Seré al fin lo que anhelo
por mi sangre muero; viviendo de tu veneno
bautizada por tu conclave
¡Vampirimia! desde hoy sere..
Mia Aragon
23/01/2017