De lo simple que fue encontrar
un minuto para ti
y darte mis ganas de vivir.
Fue el defecto de encontrar
una palabra que te describa
que se pose en tu sentido común.
De presentarme entre tus brazos
jurar en silencio que no te amo
voltear la mirada y ocultar mi engaño.
Tratar de olvidarme de tu cara
de tus ojos soñadores
aquellos que no serán para mí.
Mas las historias son mentiras.
No hay princesas que juren por mí.
No hay un solo destino que pregunte
¿la vida es vida?
Que en un sueño no siempre se es feliz.
Tengo un minuto para ti,
un solo minuto para decir
que me muero sin ti.
De lo simple que fue perder
un minuto en ti
consolando a la vida que vivía sin ti.
Fui visitante en tus sueños,
un suspiro en tus sueños,
un pequeño preso del tiempo...
Porque los años son enemigos
del pasado y del futuro
de mis lágrimas que lloran en una tarde de domingo.
Mas las historias son mentiras.
No hay princesas que juren por mí.
No hay un solo destino que pregunte
¿la vida es vida?
Que en un sueño no siempre se es feliz.
Tengo un minuto en el tiempo,
para tan solo descubrir
tu sonrisa, tu cara, tu vida.
Tu lograste despertar
un minuto para ti
un minuto para renunciar
un minuto que pueda reír
un minuto para sentir
un minuto junto a ti
un minuto para ir
olvidándome de ti.