Un suave aroma llegó a mi cama,
un tibio cuerpo sentí junto a mi...
esa sensación llenando a mi alma,
recordando todo lo feliz que fuí.
En mi sueño me visitaste,
tus trémulos labios toqué,
yo con mis manos recorría tu cuerpo,
como tantas noches en que te amé.
No necesitábamos palabras,
sabías muy bien cómo estremecerme,
a tu lado siempre me sentí amada,
era fácil para mi entregarme.
En un solo cuerpo nos fundimos,
sentí tanta tranquilidad,
era mucho lo que nos dimos
que por un momento parecía real.
El frío de la madrugada
despertó mi cuerpo,
mi mente no paraba de viajar,
a oscuras me dí cuenta
que no quería dejar de soñar.
Fué tan real tu presencia,
puedo jurar que llegaste hasta mi,
yo en mis entrañas sentí toda tu esencia,
mi piel aún temblaba de lo que me estremecí.
Aturdida y confundida,
encendí la luz de la habitación,
mis ojos no podían creer lo que miraban...
un papel tirado con mi nombre escrito
con letras de tu corazón.
Con mi mano lo llevé a mi pecho,
fueron muchos los besos que le dí,
sé muy bien mi vida que en tus sueños viajaste
a esta tu casa donde fuiste tan feliz.
YOLANDA BARRY.