Allí están,
inmóviles, inertes.
Con una belleza sorprendente,
ante la mirada del hombre,
que por ella despierta interés.
Como hermanas;
tomadas de la mano
forman figuras colosales;
con siluetas emergentes.
Cubren los espacios,
moldean los paisajes
dando origen
a valles y quebradas
o grandes sistemas montañosos.
Se muestran imponentes
El hombre las admira y las venera.
A sus pies se asienta,
forma grandes ciudades
y de su interior extrae los metales.
Oh! Gran cuerpo inerte
El hombre teme, te despiertes
y de tu interior arrojes lava ardiente
O, ante una lluvia, te embrabezcas
e inundes grandes valles;
y una multitud frente a ti desaparezca,
dejando en evidencia:
que ante la furia de la naturaleza
\"El poder del hombre\"es insignificante.