Llegan los días, cuando el agua corre
y abandonan al mar su recorrido,
con los días el pájaro en su nido
cambia textura y vestido, y recorre
infancias, juventudes. Y ya viejo
darse cuenta no quiere; que en vejez,
se vuelve el tiempo fin y no al revés
que el pan de la vida, vuélvase añejo.
Al agotarse el agua con los días
se distancia ël mar de sus vertientes,
ya no tiene el favor, de sus corrientes.
Son valiosos los pasos persistentes
como suele el vivir, ser de las gentes;
de sueños, intenciones y valías.