Saldré de ti
igual que entré:
brisa suave.
Dejaré de avivar tu fuego
sin desgarros...
Cada día un paso más lejos,
sin desgarros...
Cuando caigas en la cuenta
de que ya soy el pasado
notarás el gran vacío
que poco a poco has buscado.
Pesará como una losa,
te dejará sin aliento,
pero sin desgarros...
Si fuera por el despecho
yo te arrancaría
el alma a bocados.
Si fuera por mala fe
te lamentarías
por no haberme amado.
Pero como te quise,
te quiero y te querré,
de tu vida me iré despacio:
sin desgarros...
Desintoxicada de ti,
amigo imaginado.
Sin ruido y sin amor,
sin violencia y sin llanto.
Querido sueño infértil,
te arranco de mis entrañas,
firme y decidida,
pero sin desgarros,
cariño...
Sin desgarros...