Miro a un niño pequeño, subiendo a su viejo carrito,
va tirando de las riendas, de un caballo de verdad,
pobre gurisito que como único juguete,
tiene el que encuentra en la calle...y nada mas.
Murió su padre, quedaron tres hermanitas,
y él con 10 años se hizo cargo de su hogar,
es el hombre de la casa y lo toma tan en serio,
sabe lo que quiere y sueña que lo va a lograr.
Quiere una linda casita para estar con su familia,
quiere que sus hermanas no pasen lo que pasa él,
va recorriendo calles, juntando lo que otros tiran,
trabaja duro todo el dia, y llega a su hogar muy feliz.
Los sueños de su infancia los guarda muy bien,
en un rayito de luna, cual si fueran de cristal,
están debajo de la almohada, que era de su papá.
Deja para mas adelante el momento de jugar,
que nadie te quiete los sueños, aunque tengas que luchar,
porque niños como vos, este mundo van a cambiar.