Esclava de tu pasión,
Prisionera de tus besos,
Añorando tú retorno,
Sin importar tú desprecio.
Triste por tu deserción,
Desolada en aislamiento,
Objeto de tu abandono,
Sufriendo por tu silencio.
Cautiva de tu mirada,
Presa de tu pretensión,
Aspiro caer en tu mente,
Y sucumbir tu ambición.
Semejas un ruiseñor,
Con alas de dos colores,
El gris será tu desprecio,
Y el rojo por tus pasiones.
Anhelo tenerte siempre,
Cerca de mi corazón,
Para que nunca tú partas,
Ni te olvides de este amor.
Una esclavitud perfecta,
Sería quedarme a tu lado,
Sentir esos tiernos besos,
Y un deseo desesperado.
La voluntad de dejarte,
Sería para mí un castigo,
Y antes de yo liberarme,
Prefiero morir contigo.