Frenesí... ¡Hormonas! calor...
Coca, papas y buen humor.
Terminando el año unos sufren,
algunos ríen y otros corren...
Fin de curso: nervios, gastritis...
resfríos y hasta dermatitis.
Trabajos entregados, calma...
y luego el descanso del alma.
Hay un clímax de actividades;
luego relajadas bondades.
Algunos se han ido de fiesta
y otros más ya toman la siesta.
Quien ya todo aprobó descansa,
quien no, nuevamente se cansa
y trata de ir hacia adelante,
frente alta y actitud avante.
Es sangre de la juventud...
es cierto que amo la quietud
que ya me han traído los años,
mas no miento... también la extraño.
Es verdad no reconocida.
¡Quisiera vivir otra vida!
¿Por qué querer vivir de engaños?
¡Yo añoro mis diecisiete años!
María Teresa Ruíz Rentería © Todos los derechos reservados.