Aviones sin peso
Sin piso ni prisa
Montando un sonido de
Motores finos
Como cantos raros
De luna y estrellas.
Aviones gigantes,
Fuertes y elegantes
Que gritan un grito
De pasos dolientes
En la arena tibia
De casas redondas
Y baldosas frías.
Rosas de colores
Brillantes y vivos
Que aturden la vista,
Los ojos, el pelo,
Que crecen en grupos,
Todos por el suelo.
Racimos de flores
Que llueven al piso
De los azulejos
De tronos de oro,
Cristales y espejos.
Aviones que vienen,
Aviones que van,
Que se encuentran solos
Sin llegar jamás,
Porque si aterrizan
No los veo más.