Cien sonetos de amor y de locura,
Han traspasado huesos en mi vida,
Y he tenido esperanza y quemadura,
De incesantes canales, mis heridas.
He librado diversas situaciones,
He callado y estado desprovisto,
He tomado sus besos e ilusiones,
Mis malas decisiones, las he visto.
He inspirado el despecho de alguna
Flor que marchita sola con la rabia,
He sabido vivir hasta en la luna,
Sin el olor fragante de su sabia.
He dibujado rosa que enseguida
Queda manchada toda por la tinta,
Su incomprensión revela que erguida,
no escuchará a nadie, es distinta.
No hay relación de amor, ni de provecho
Que se pueda mantener en la impureza.
Del egoísmo puro y estrecho,
Solo queda el recuerdo y mi tristeza.
He dejado recuerdos y comienzo,
A entender: solo hay uno que rescata,
Del pasado, el que solo fue tropiezo.
Solo en Cristo la vida es innata.