A Dios agradezco, por sobre todas las cosas
Que me dio la vida, hermanos hijos y esposa
Que cuando sembré rosales, coseche rosas
Y que me perfumé en sus apacibles aromas
Las pruebas puestas siempre han sido merecidas
Y si hoy albergo algún dolor, me lo he ganado
Incluso del mismo modo las hermosas alegrías
Son del buen conducirse, indefectible resultado
Es tuyo, mi Dios el poder y eternamente la gloria
Nada atesoro que sin tu consentimiento merezca
Porque tú has labrado, de mi presencia la historia
Y has llenado de saborcillos mi bella existencia
Gracias mi Dios por hacerme tu pequeña creatura
Sigue bendiciendo, mis pasos en la leve tierra
Y guíame hasta lo insondable de tus alturas
Donde pueda disfrutar la felicidad de tu huerta