Pedro Ruiz Lopez

RUT

Rut bella moabita, tan llena de gracia,

Siendo ella tan joven, viuda se quedó,

Su suegra le dijo, busca tu destino,

Eres muy hermosa, como bella flor.

 

Sería muy injusto, que no te casaras,

Por acompañarme, a pasar mi vejez,

Tu vida de joven, a mi dedicaras,

Quédate en tu tierra, me voy a Israel.

 

Ni lo piense suegra, que yo la abandone,

Pues dios es tan grande, y el ya lo dirá,

La vida y destino, solo él lo disponen,

Y será dichoso, el que crea en su bondad.

  

Y se fue la joven, confiada y contenta,

junto con la anciana, al abrigo de Dios,

Llegando esa tierra, por el señalada,

De miel y de leche y de campos en flor.

 

Ella pepenando, se fue por los campos,

Y vivía la vida con gran optimismo,

Con su mente sana igual que los santos,

Con pies en la tierra, y sin crear espejismos.

 

Un señor honesto, descubrió su gracia,

Y ella descubrió, su bondad y amor,

Y como dios manda, se hicieron esposos,

Se unieron las vidas, de Rut y de Booz.

 

Y fueron dichosos, en toda su vida,

Tuvieron un nieto, llamado David,

Que venció a Goliat, la bestia agresiva,

Y es el rey más grande, que pudo existir.

 

Rut salió triunfante, con su alma sincera,

Siguiendo el mandato, de su corazón,

No quiso dejar, a Noemí su suegra,

Y dios poderoso, le dio la razón.