Ahora, con mis sesenta y cuatro años,
Puedo ver mis aciertos, mis errores,
Recordar con amor tiempos mejores,
Valorar la lección de hechos de antaño;
Sé que, tal vez, provoqué algunos daños
Y quisiera borrar esos rencores;
Sin embargo son más, tantos amores,
Que llenaron de luz viejos escaños;
Un grave error que llevo muy presente
Fue el no compartir todo momento,
Procurar mantenerme un poquito ausente
Para al fin convivir con fuego y viento;
Desdeñar y olvidar estar presente
Y poder escribir cuanto yo siento…