(Poema sin la letra “i”)
“Ausente estás, saberlo me duele,/no hay manera de que negarlo pueda./ Late el corazón aunque se rebele,/ porque mucho de lo que dejaste… queda”.
De tu persona ahora todo me falta,
el dolor de no tenerte ya me asalta,
me acorrala y no sé adónde correr…
Sombras me rodean, me doy cuenta,
la soledad en estas noches aumenta,
creo a veces que no veré el amanecer.
De tu olor, aroma que me encantaba,
no me llega nada ¡y tanto me llegaba!,
creo enloquecer y hablo con tu sombra,
es el pasado de este amor que se me va,
un futuro que a tu lado ya nunca llegará,
es el presente delator que hoy te nombra.
Pensar que no te tengo ¡y tanto te tuve!
Ahora me toca bajarme de aquella nube
de sueños donde nos gustaba abrazarnos.
El sendero que acostumbrábamos andar,
por alguna razón ya no lo puedo encontrar,
será que no tenemos una ruta para amarnos.
Nada de lo que hubo flota en el entorno,
no están ya las flores que eran un adorno
para traerme tantas bellas remembranzas.
No hallo alguna puerta que se nos abra,
no tengo consuelo, al menos una palabra,
una luz con tu rostro que me dé esperanzas.
Sólo queda esperar que los años pasen,
que otras me besen, otras me abracen…
a ver… tal vez alguna del alma te borre.
O puede ser que una mujer me cuente
que allá a lo lejos ha notado de repente
que otra con tu nombre a abrazarme corre.
Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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