Nací a principios de una nueva era
-cuando se disolvía el yugo a guisa
de dogal que el hombre cual recia frisa
sufría en su cuello como sarmiento-
Quedé huérfano pronto y fui adoptado
por los Allan, aunque nunca lo fui
de veras, por ello no recibí
ni amor, ni tan siquiera sentimiento.
Pasé solo un curso académico en la
Universidad de Virginia e intente la
aventura militar que acabo en
naufragio.
Me decidí por el periodismo y pronto
emergió de mis entrañas mi vocación
por las letras.
Fui el inventor del relato detectivesco
y senté las bases de la futura Ciencia
Ficción.
Quise vivir de mis escritos - primero
al que se le ocurrió tal locura-
pero no fue del todo posible.
Caí en la bebida para enajenarme del
fracaso.
La desgracia fue adueñándose de mi
vida hasta colmar el vaso con la muerte
de Virginia, tan jovencita...
La muerte me visitó para quedarse,
con mis cuarenta apenas cumplidos.
Fue una especie de Chacona ante tal
rosario de desatinos y fracasos.
Fue un descanso merecido a tanta
gloria futura.