Elizabeth Peralta

Un tinto, tú y yo. (Elizabeth Peralta.)

Un tinto, tú y yo.

 

Tras una noche propiciamente mágica,

despejada y luminosamente bella,

bajo la presencia sutil y enigmática,

de la radiante y etérea luna llena.

 

Allí estábamos juntos tú y yo,

contemplando embelesados el cielo,

como versos contábamos estrellas,

y como estrellas iluminábamos el suelo.

 

Un tinto con aroma a frutos secos,

reposaba frente a nosotros en la mesa,

una reserva de diez años de edición,

y un par de copas para la ocasión.

 

Sutiles risas ruborizaban nuestros rostros,

caricias vagas al rozar nuestras copas,

miradas intensas y a la vez desentendidas,

y el vino exquisito humedeciendo nuestras bocas.

 

Luces de fondo algo tenues y difusas,

música acorde alterando los sentidos,

tú y yo más cerca cada vez uno del otro,

y a la voz de ¡Salud!, más comprometidos.

 

Nos fue imposible ignorar tantos detalles,

estalló la pasión cual banda en escena,

tú y yo en el suelo, disfrutamos del amor;

a la luz de la luna, el cielo y las estrellas.

 

El sudor abrió surco en nuestros cuerpos,

deslizando sus frías gotas por doquier,

me sentí tan tuya, te sentí tan mío,

que aún lo recuerdo, cual si fuese ayer.