Ha pasado tanto tiempo,
tantas noches, tantos días.
Junto a la melancolía
conversamos otra vez.
Quiero hablarte sobre el clima
sobre el paso de los años
y como desde tu partida
nada ha sido lo que fué.
Los recuerdos en el viento
con fragancia de tristeza
se convierten en quimeras
de otro frío atardecer.
Caen lágrimas de la lluvia
donde hay dos niños jugando
el que quise ser de antaño
y aquel que nunca seré.
Remolino de recuerdos,
sentimientos de impotencia,
de pensarte de momentos
sin poder volverte a ver,
y esta atmósfera tan densa
donde tengo mil preguntas,
donde espero mil respuestas,
esas que nunca tendré.
Los consejos que me diste
y también los que faltaron
recordar intento en vano
se fundieron en ayer.
Extrañando tu ocurrencia,
los días de pesca robados,
todo el tiempo que pasamos
y aquel que no pudo ser.
La neblina del pasado
va borrando tu silueta
y solo tu eco resuena
cuando pierdo lucidez.
Y en medio de la amargura
maldiciones mil pululan
en mi mente, y se derrumba
no acepta esta realidad.
Pero...
En mis noches mas oscuras
aun tiene brillo la luna
que al oído me susurra
que en mi mente vivo estás.