De las almas puras de Orleans,
eras tú mi virgen preferida...
divina doncella, de selectos y dorados
cabellos desvestidos...
en el lago sublimado
del deseo,
ya va la grupa victoriosa de tu rey
y de los necios clérigos
conjurados...
contra tan maravillosa dama
enamorada de su patria,
misóginos ilustres...
se levantan fatuos,
contra la rubia
deslazada de ambiciones,
un amor por lo puro
apenas me devora...
y la tarde se desnuda
enfefrecida de abandono,
entre labios...
demudados por su beso,
¡Oh guerrera...
de inmortal belleza,
las voces meritorias
apenas me delatan...
en el arco sincopado
del olvido... !.
P.D.: ( En memoria de mi heroína preferida:
Juana de Arco, conocida popularmente
como la doncella de Orleans... ).