Un verano tapizado de amapolas
a mí llegaste.
Mariposas de flor en flor bullían,
Adornaban tu presencia.
El crepúsculo, el cielo despintaba
con suspiros de estrellas,
tímidamente se mostraban en la oscuridad,
cintilando guiños engalanaban
tu hermosura.
El corazón parecía salirse
sutil nerviosidad oprimía mis impulsos,
plagados de lubricidad.
Mis labios con un beso sellaron,
nuestro encuentro.
La huella sonora de mis palabras
vertidas a tu oído,
murmuraron un te quiero.
El latir arrebatado de tu pecho sentí.
Un misterio salido del olimpo,
mi mente obnubiló.
Nuestro amor agitado resbaló en la orilla
de nuestros cuerpos.
La noche nos sorprendió en la viña
de nuestros placeres.
Sin recato ni cordura nuestros pechos
se fundieron en abrazo celestial.
Un hilo de pasión iluminó el momento.
Lagunas mentales flotaron en
nuestras inquietudes, calmadas de delirios,
plagadas de lujuria.
Sazonados con el silencio de la algarabía,
satisfechos quedamos.
bambam