Con tus brazos, ven bordea mi silueta;
no asimila ya mi cuerpo tanto frío
y me excita aquel recuerdo amado mío,
de esas noches con la luna de testigo.
Tu anatomía extraño con delirio,
dame ese calor, que transmite tu mirada;
ya cada suspiro es como un martirio,
sin ti me siento, muy ansiosa y desolada.