Inexistente

Los traspiƩs del ruego.

Los traspiés del ruego.

(De rogar incomprendido)

 

El ruego no confunde su envoltura, su camisa,

si con mangas o chaleco,

de algodón, transparente o linda seda;

ruego es siempre.

Aunque el rudo ruegue a su boca no gestarlo

no gestuarlo, parecerlo, expresarlo;

ruega siempre.

Si pequeño o grande,

si llorado, alcanzado, fracasado;

inescrutable, asimilado, comprendido;

ruego es siempre.

 

Inscribirte en el jardín de los infantes

con la leche entre los dientes

-si fue un ruego-.

Los primeros trazos del cometa

ante un viento ingobernable;

el amor platónico

un epitafio inscrito entre los nervios y las lunas

un ruego hundido no escuchado.

Rogar por no llorar,

el rogar y el llorar… se entienden solos

y en perfecto idioma,

hasta llorar después del ruego.

El ruego a Dios

Miles de ruegos,

-miles de ruegos por la vida, que el zapato no le alcanza-.

 

El pasar del tiempo viene siendo un ruego

invertido de tiempo revertido,

campo trillado porque invertido es cada intento.

El ruego absoluto y disoluto que traduce

el rugido de las cosas inexactas.

Trabajos en los que el salario y su alcance, y lo estable,

permanece siendo siempre un ruego,

rogar primero para tomarlo entre las manos del anhelo,

-peregrinación de ruegos-.

Hasta la poesía se hace ruego;

las palabras rogando por no agonizar

antes de ser escritas,

ruego luego para que el papel sea una hoja madura

de nervaduras definidas,

aun cuando seca y desprendida… luzca brillo enverdecido.

 

-Bendita la muerte; el ruego es un tropiezo

que lleva impreso el nombre de la vida-.