Manos delgadas
Lindas y delicadas,
Son las que del cielo recibiste
Y con fragilidad tu alma viste,
Manos lindas y cándidas
Como de los cuento, tienen las hadas.
Y yo que me quedo lelo
Como transportado al cielo,
Mientras, pasmado, no contemplo
Como pasa el tiempo,
Y dolor me causa tu frio hielo
Al ignorar que mordí el anzuelo.
Sí, inocente tus manos me enseñas
Pero mi mente se quedó impregnado de ellas,
Ahora ¿Qué hago mi flor silvestre?
¿Si no permites que mi amor te muestre?
Permíteme acariciar tus manos bellas
Mientras, sin saberlo, mi corazón atropellas.