Tus versos se destilan de pureza
entre vacuas desnudeces
cristalinas...
entre dardos de mirada
liviana y breve
en el labio encontradizo
de la tarde,
Viena ciudad dormida
es hoy... el centro ambarino
de su ombligo,
de emperatrices se anuda
el hierro frío...
entre mandrágoras
de histeria declarada;
Letrado de imperio
en decadencia...
tu obra alcanzará la gloria
al ser su esencia,
en la Europa malgastada
por el frío...
entre incendios desgastados
por sus preces,
en el llanto ambivalente
del olvido.
P.D.: (En honor de Stefan Zweig, unos de los
mejores escritores europeos del siglo XX... ).