Niño
Mi dulce niño no llores más
Que te cubriré con mis brazos
Y te envolveré en mi regazo
Brindándote todo mi amor
Te protegeré niño lindo, de la gélida noche
Con mi cuerpo creare una muralla
Y formare una coraza
Para que la cruenta fusta no toque
Nuevamente tu delicada piel
Dulce inocencia, de pequeño querubín
El azote trata de fragmentar tu tierno cuerpo otra vez
Y cubre de azul, tu inmaculada tez
El cigarrillo, calca de nuevo tu piel
Dejando cicatrices, en celestial ser
Malditas las llamas
En las que colocan tus manos y pies
Olor nauseabundo se impregna en el aire
Olor, a piel quemada
Y se escuchan palabras aun sin sentido
Es tu castigo por desobedecer
Castigo perverso de alguien cruel
Viaja veloz la correa otra vez
Por tu fragilidad
Perversas acciones de un engendro impío
Que se empeña en marcar tu hermosa tez
Hermoso serafín al que se debe proteger
En la oscuridad de la noche
Viaja el látigo, otra vez
Y se impregna en tu delicada piel
Tu atroz verdugo lleva tu misma sangre
Quien debió protegerte, y darte consuelo
Es el que se empeña,
En torturar y devastar
Mi pequeño ángel, tu divina alma
No llores más, precioso rey
Porque nadie, volverá a lapidarte otra vez
Perlas corrieron por tus mejillas, años atrás
Pero ahora mi lindo niño no volverá a suceder
Descansa mi bello infante
Que cobijo recibirás bajo mis alas
Que mañana los dos partiremos al alba
Y te llevare en mis espaldas
A tu nueva morada
Donde habitaras con otros ángeles
No te preocupes, mi niño
Que tu faz no se volvera a humedecer
Apartir de la aurora viajaras en las nubes
Correrás en el cielo
Y cabalgaras sobre el viento
A tu nuevo refugio
Las puertas del paraíso
Se abrirán a tu paso, hermosa criatura
Y entonaran una bella melodía
Que endulzara tus oídos
Y que te hará florecer a tu nueva vida
No pequeño angelito, no mires atrás
Pronto danzaras, con otros ángeles
Aquí en el edén
Y borraras el dolor del ayer
Y tu sonrisa volverá a emerger
Iluminando el jardín del cielo
Las estrellas de tus ojos alumbraran el firmamento
Y mañana las noticias dirán
Que te marchaste y que no volverás nunca más
Los vecinos se lamentaran por lo acontecido
Pero ninguno tuvo el valor de evitar el triste desenlace
Tu cuerpo, descansa mi bello niño
En una losa fría
Pero tu alma encontró refugio en el vasto cielo
Donde nunca más te ceñirá el sufrimiento
Y la felicidad siempre encontraras
Y tu inocente cuerpo, jamás agredirán
Donde eres un ángel muy bello
Al cual amaran por toda la eternidad.
El maltrato infantil es una agresión al cuerpo y al alma
No nos convirtamos en cómplices denunciémoslo
ESCARLATA