LeAnDro silencio es salud en soledad

Jardines celestiales...

Día nublado de tormentas eléctricas y aguas fluidas, miro la lluvia caer por la ventana y escucho varios truenos feroces, visualizo destellos luminosos que van marcando las nubes negras, admirado por este fenómeno natural  fue inevitable que mi mente divague por azar, y comienzo a imaginar que estará ocurriendo en el cielo, sin contar con lo que dicen los expertos, para mi dicen puros versos,  y comencé a imaginar, está todo nublado gris y negro, parece que va a llover un largo trecho, y miro, pero no solo miro la lluvia y sus relámpagos, miro más allá de eso, y veo , veo traspasando las nubes y encuentro de nuevo el cielo, el sol brilla con intensidad, pero enseguida me empapa agua que cae de un destino incierto, que raro pienso, si aquí no se notan las nubes grises, esta totalmente despejado, sigo buscando el motivo de esta intensa lluvia celestial, camino por suelos esponjosos, y tropiezo con grandes tallos, parece que están creciendo árboles, pero eran árboles raros,  que jamás había visto, no es que sea un experto  botánico, pero se notaban grandes raíces relampagueantes troncos inmensos creciendo a una velocidad increíble, mi estado era estupefacto no lo podía creer, estaba en los jardines de los dioses pensé, como lo supe? Pues ahí estaban ellos regando sus jardines plácidamente entre charlas simpáticas eh intelectuales por la seriedad de algunos, y regando uno por uno cada árbol, eran gigantes y a cada paso que daban se iban acercando asta donde estaba yo, tuve que trepar por un árbol pues el agua se iba convirtiendo en río sobre mi , y no terminó ahí sólo me di cuenta hasta llegar a la Copa, que puede ver que en cada extremo de las ramas de los árboles se encontraban hermosos bebés de la naturaleza, en cada capullo estaban los animal en su Estado cachorro envueltos en burbujas de vida , ahora si no tenía palabras, estaba tan entusiasmado por chusmear que no me Di cuenta que el Dios dueño del árbol me encontró, riéndose me tomo entre sus manos y me acerco a otro Dios, hablaron un par de palabras en un dialecto extraño que no podía entender obviamente, y me llevo por todo el jardín, millares de árboles con diferentes especies, hasta animales extintos pude ver, eran los jardines más hermosos que había visto en mi vida, de pronto el dios se detuvo me tomo por los pelos y me dejo en uno de los árboles, que desconsiderado casi me deja calvo, como si me hubieran regañado, se notaba que estaba anonadado, me encontraba en la Copa del árbol mas alto, tan alto como los dioses, pude ver los altares de sus castillos sus dorados balcones sus prados infinitos todo acariciados por el sol, era tan cósmico el panorama que hasta la luna se la podía ver jugando con sus estrellas, y cuando me decidí a bajar para seguir maravillándome, el árbol me tomo entre sus ramas y me comió ! Si literalmente me trago, era mi fin, yo sólo quería ver más allá de la tormenta,  y de pronto una esfera se crea a mi alrededor llegó a las raíces de aquel árbol y me convierto en rayo destinado nuevamente a la tierra, baje tan rápido que no llegue ni acomodarme a la caída y volví abrir los ojos, otro día nublado sin poder salir, mejor abramos un libro para vivir.

Leandro Conte ...