Aciaga insensibilidad
que impide acceder
al profundo sentimiento
dentro del alma, en el ser.
Cómo poder auxiliar
sin tener capacidad,
sin sentir esa empatía
que permita confortar.
Cuántas veces abatido
nada más te ven pasar
y no hay nadie que te aliente,
nadie que sepa escuchar.
Solo existen grandes egos
que no ven a los demás
y a quien algo le atormenta
incomprensión ha de tragar.
En su solitario mundo
el sufrimiento ha de franquear
con máxima inteligencia,
primero comprenderá.
Comprensión del sufrimiento
que le agobia con pesar,
y con el amor a sí mismo
la aflicción sojuzgará.