En la memoria oscura del olvido
duerme a merced del inconsciente
todo lo que nacía con imaginación envolvente
que inspiraba las ilusiones que he perdido.
¡Díme tú...! ¿Quién eres, que te hiciste dueño
de mi soledad en el crepúsculo silente
destrozando la poesía de mi mente
apagando las estrellas brillantes de mis sueños?
Me has robado toda paz y confianza
transformándome en esclava sin retorno.
No la siento, me he quedado sin contorno
dentro de un laberinto que no sabe de esperanza
Los efluvios de mis sueños, divagan en el cielo
ya que todo se ha desvanecido como en los cuentos
y mis ansias han volado lejos con los vientos,
para dejarme solitaria en un profundo duelo.
Beatriz Blanca