DANZANDO CON LA CHICA DEL CELLO
Canto de ángeles se escuchan frente a la Escuela de Cine y TV, cantos que se proyectan hasta lo lejos y que muy sublimemente atraen a los más sensibles oídos de los transeúntes, que como sumisos y obedientes corderos son sutilmente atraídos por las magistrales notas musicales que conforman ese inaudible canto universal.
Camino en el atardecer del pasado 22 de junio junto a mi Profesor Mauro Rodríguez y el grupo de mis compañeros de clase.
A lo lejos puedo escuchar voces melodiosas y el sonido de varios instrumentos musicales ensayando, al rato cesan las voces y minutos después atraviesa una de las callejuelas aledañas a la Escuela de Cine una simpática joven de aproximadamente 22 años, vestida de negro con ropa muy ceñida, juvenil, y con un gran Violoncello colgando dentro de su funda de cuero oscuro del hombro de la muchacha hacia su espalda. Cruza la calle con un paso seguro, largo y ligero, moviéndose armónicamente con la brisa fresca de la tarde e impregnando la acera con una estela de Aires del Tiempo que me hicieron mentalmente transportar para escucharla tocar su bello cello, que resonando y vibrando dentro del océano cósmico ingravitacional de un mundo en perfecta armonía y sincronía con las hermosas melodías sacras de la cercana Fundación Vinicio Adames logra matizar el aire con el aroma de colores de las más hermosas melodías de un mundo perteneciente a otras esferas de bellas y delicadas pompas de jabón.
Cruza el cenit de la hora vespertina de la tarde y mis pasos hechizados e hipnotizados se han contagiado y sincronizados con los de ella y están ahora bailando marcados por la influencia del canto inaudible de millones de estrellas.
Por: María Alejandra Pérez Sojo. Kunapiache MAPS. Alejandrita
(preparación para guión)
Cátedra de Guión
Inédito
Caracas 29/6/2011