Se abren las hojas de mi diario
un camino tan largo y angosto.
Tantas vicisitudes predecibles
aprisionan este corazón fuerte.
Busco la felicidad,ante mi Dios
ese tesoro escondido del amor.
Mi voz calla y luego,languidece
esa visión del futuro,que viene.
Nuestra vida cobra ese precio
voluntad de la muerte,silencio.
Quienes lloran,a veces,sonríen
de lágrimas y dolor,sobreviven.
De tu sangre y mi sangre,llevo
un preciado fruto,embriagado.
con este amor y exquisita miel
destílan mis manos,todo tu ser.
Yo sostengo mi propio mundo
esas miserias del odio,vientos.
Firme destino,sólo,entorpecen
escrito,con mis letras de mujer.
Bellezas de la vida contemplo
tantas asperezas y tormentos.
Sólo,lamento quienes mueren
por ese veneno,sin envejecer.