No me dejes caer,
no me pierdas de vista...
tú eres mi norte y mi sur
eres mi estrella polar.
¡No... no me dejes caer!
Soy fuerte y frágil a la vez,
como un roble puedo resistir
mas las hojas puedo perder.
Eres la luna que cuelga feliz
adornando mi cielo nocturno, su horizonte;
eres el maquinista del tren
que recorre mis montañas y mis valles.
Eres el sol, la luz
de mis ojos al despertar,
y mi suave respiración
al inhalar y exhalar.
Yo soy tu seguidora ferviente,
fiel, constante y presente…
aún en la distancia
soy tu ángel guardián.
Si no estás hiberno,
si no estás me duermo…
mas la alegría de tu presencia
gratamente me hace despertar.
Por eso...
no me dejes caer,
no me pierdas de vista...
tú eres mi norte y mi sur
eres mi estrella polar.
María Teresa Ruíz Rentería © Todos los derechos reservados.