Cuando alguien me habla de amistad me es inevitable no pensar en ti amigo del alma,
me es inevitable no sentir tu abrazo de cariño,
que cuando el corazón me ardía tú me entregabas.
No puedo dejar de revivir aquellos consejos que con tus mejor intenciones me dabas,
sobre amor, sobre la vida, de matemáticas,
aquellos consejos que aveces yo ignoraba.
Desde el jardín a la escuela, de la escuela a secundaria,
siempre dividiendo las penas y cuidandonos la espalda.
Muchas cosas nos quedan por desirnos, por hablar, por expresarnos en esta amistad que nos a unido siempre en las buenas y en las malas, en la suerte y en la muerte,
y te dedico estás letras amigo del alma porque las mereces porque las infundas en mi le agradezco a Dios por conocerte.
Jamás nos separo el tiempo, ni un augurio de malos momentos,
siempre que hubo distancia nuestros recuerdos fueron consuelos.
te dejo estas líneas, estas letras, sin terminar,
porque aún tenemos mucho para escribir.
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