Ya es costumbre creo
que nos volvamos a enfadar.
La realidad, es que ya no sé
cuál es el problema.
Quizás mi forma de ser,
de actuar.
Ya no siento rabia,
si no ira.
Ya no siento enfado,
si no pena,
pena de como eres.
Claro, con el resto, ¿cómo te vas a enfadar?
Eso es imposible, una mala contestación
a ellos dar.
Yo, bueno, está claro ¿no?
Como soy yo, simple motivo
de faltar.
Volví a ser actor de
tu falso teatro,
movido como un títere.
Volví a ser encarcelado
otra vez en tu odio y rencor,
por solo cometer un delito:
Ser yo mismo.
Ya lo he dicho,
solo por ser yo.
Unas risas, un hablar,
y al rato, a la mierda
años de amistad.
De vuelta a tu olvidar.
Pero créeme, no es tu culpa.
Es tu corazón que ya está dividido.
Principalmente:
En prioridades y los del olvido.
(En el sótano de este,
aún tengo yo una planta más.)
Quizás leas esto, y como no:
“¿Yo, que dices?, falso, yo nunca soy así.
Eres tú, que me agobias, me estresas”
Tienes razón, lo siento por ser yo mismo,
no cumplo tus expectativas.
Me rio, de ti enserio.
Créeme, lo llevas claro que por ti
voy a cambiar.
Quizás tengas razón y todo
en lo de que
“por los de siempre, los que nunca fallan”
¿Y los que de verdad valen?
Tranquila, ya lo sé,
tú misma los matas.
Créeme, te equivocas de persona al que despreciar, ignorar.
Créeme, llámame hipócrita,
pero creo que soy el único que tanto dio por ti,
y desgraciadamente,
el único que más dará.
Tienes razón, para que te voy a contradecir ¿no?
Tú siempre la tienes, nunca fallas.
A lo mejor esta vez me has fallado tú,
(en realidad es que ya me has decepcionado).
Solo espero que algún día te des cuenta,
que nunca en mi vida quise algún mal para ti,
(aunque lo pareciera).
Solo espero que algún día te retractes,
y veas el destrozo que has hecho.
Solo espero que un día te mires al espejo,
y aunque por tantas veces que me debas un perdón,
solo espero que al menos uno me des,
aunque solo sea uno, el único,
por una vez en tu vida.