Fué rodilla,
muslos,
pelvis,
pechos, boca.
Fué cabello
oídos,
cuello
y ansias locas.
Fué torrente de rocío y desvarío
y el momento de placer
tuyo, y el mío.
Fué cadena de meseta,
fué una veta,
y un rasguño de oro y plata
por las venas.
Fué demencia,
fué cadencia,
lo fué todo.
y alcanzamos plenitud
codo con codo.