Sergio N Rodriguez

3 MIL AÑOS

 

Después de tres mil años apareces

Y sigues tan radiante como el sol.

Un pez no asoma su nariz al fuego,

Una fruta no baila al ritmo del mar.

 

Todo se volvió sueño esperando

Aquel regreso, aquel abrazo, aquel amor.

Mientras sorteaba corazones

 

Entre los pobres sin rencor,

No dejaba de buscarte

No dejaba de llamarte.

Haciendo sonar cuencos en el alma,

Alma agotada por la espera y el naufragio.

 

Y así caíste, re-depente en mis posibles

Y leíste aquello que el eterno escribió

Tres mis años atrás.