Donde menos te espera surge el amor,
en una taberna de cualquier carretera,
se te aparece una blanquísima ramera,
que te sorprende con su resplandor.
Tratádla como a una digna señora,
tómese alegremente una copa con ella,
no es una mujer fácil sino una estrella,
y quizá nunca vuelvas a verla como ahora.
El amor es un sueño,
que igual viene y se va,
si un día aparece, vívelo.
Sé por lo menos una vez dueño,
aunque sea efímero que más da,
si alguna vez lo encuentras dímelo.