NUEVE LETRAS. (Dedicado a Elizabeth. Por Antonio Castillo.)
He buscado entre mil palabras,
letras para hacerte un poema,
a ti mi hermosa ojos de gata;
mi eterna flor en primavera.
He revisado manuales,
escritos y pergaminos
libros viejos y actuales,
y diccionarios antiguos.
Busqué en enciclopedias,
y en la biblioteca virtual
en la literatura griega;
y en la historia universal.
Empecé a leer poemas,
de grandes poetas famosos,
pensando plagiar sus letras
y hacer para ti algo hermoso.
Leí poemas de Adolfo Ortiz,
de Rubén Darío y Benedetti,
de Pablo Neruda y José Martí,
de Amado Nervo y Rafael Alberti.
Al no hallar lo que buscaba,
se apoderó de mí una pena;
mi corazón triste lloraba
por no hacerte aquel poema.
Pero de pronto un pensamiento
llegó a mi fugaz de repente,
no hay amor sin sentimiento;
y sin el nada se crea en la mente.
No hay palabras, no hay letras.
no hay frases ni oraciones,
con las que pueda hacerte un poema;
ni cantarte mil canciones.
Porque tú misma eres un poema,
y tú la más hermosa melodía;
tú la inspiración eterna
del que creó el mundo en siete días.
En ti se inspiran poetas,
cantantes y escultores,
los famosos escritores,
y hasta los mismos pintores.
Eres todo un misterio,
motivo de inspiración
en ti se encuentra el secreto
de toda artística creación.
Sea un poema o una pintura,
una escultura o una canción,
sea todo lo que sea
tú provocas esa pasión.
Me he dado cuenta al final,
después de tanto haber buscado;
que estaba aquí justo a mi lado,
lo que no podía hallar.
Las letras que tanto buscaba,
se han encontrado en tu nombre
ELIZABETH mi ojos de gata;
has inspirado a este hombre.
Nueve letras tan perfectas,
son las que tu nombre dicta
y con cada una de ellas;
se inspiran todos los artistas.
La mujer que yo esperaba,
y que tanto tiempo busqué
lo que mi corazón anhelaba;
eres tú, ELIZABETH.