Nací como una gaviota
volando en mis ilusiones,
viví entre paredes rotas
descalza por los rincones.
La madera se quejaba
por el vaivén de la brisa
y el rio en el que jugaba,
reflejaba mi sonrisa.
El sol se me fué apagando
cuando me empezó a golpear,
la vida que fué pasando
cicatrices a dejar.
Y me rompieron las alas
que me permitian volar,
me amarraban con cadenas
quitandome libertad.
Muy rebelde fuí creciendo
desviada del camino,
mi inocencia fué muriendo
de la mano del destino.
Ya se fué la rebeldía
y me sigo preguntando
dónde están las alas mías
que quiero seguir volando.