Y ya no sé que escribirte, ya no sé que decirte, en mi afán de desahogarme he inundando mi diario de poemas,
que solo tu entiendes, no sería necesario escribir tu nombre, porque hasta los signos de puntuación me delatarían.
Aún me aterra empezar de nuevo,
me aterra sentir mariposas otra vez, y me aterra enormemente volver a conocer esa parte de mi, que según yo, dejé olvidado ese día en
aquellas cajas de cartón.
Cajas de cartón que atañan la historia más bonita de todas, que guardan en sus paredes los recuerdos más lindos, de un amor puro e inocente ya
que como buena escritora; recuerdo como ese día redacté en aquellas hojas de color rosado; la emoción tan grande que sentí,
cuando agarraste por primera vez mi mano, hasta como torpemente nuestros labios se unieron por primera vez, pero llegó ese día, aquel día que
aquellas cajas de cartón que en su tiempo guardaron tanta felicidad, tuvieron que ver como guardaba en ellas, un pañuelo lleno
de lágrimas con la promesa falsa de que eran las últimas....... Y la fue primera vez que mentí, porque no fueran las últimas.