Estrellas de todos los colores anidan en la delgada oscuridad.
Conspiran en mi contra
Las considero sabios recintos,
Lugares oníricos,
Heridas abiertas
Sólo aquí
Se confabulan,
Se atreven a preguntarme,
No tengo respuestas
Les confió mis secretos
Preñados de miedos, de memoria
Parpadean, permanecen incólumes,
Apacibles
Dulces
Confiables
Fragmentos de luz intermitente cuyo susurro
Me envenena,
Me inicia.
La muerte es fugaz, la vida,
eterna,
Aseguran
Súbitamente se extinguen
Se decreta la sentencia