Aquel dìa como cualquier otro, sigue girando el mundo sin parar, y mientras unos nacen otros mueren, algo inexplicablele sucediò. Es posible estar cerca y lejos a la vez quizas en cualquier otra dimensiòn. Cuando la fuerza de atracciòn permanece en el tiempo al igual que el sentimiento es posible por la fuerza del amor. Tal es el caso de este relato.
Rosamary toma su taza de cafè al levantarse cada mañana, y a la vez se prepara para enfrentar un nuevo dìa. Camina varias calles y se detiene en la librerìa y observa algunas titulos de textos que llaman su atenciòn, de improviso se acerca alguìen y le dice:
-Hola mi amor, te he estado esperando
-Disculpe señor, creo se equivoca usted
-Caramba realmente es sorprendente el parecido que tiene su rostro con alguien que conozco muy bien
-A veces suele suceder, confundir algùn rostro con otro
-Y por cierto interesante libro veo en sus manos, veo que le gusta la buena lectura, un gusto conocernos otra vez
-Pues en honor a la verdad, su rostro tambièn me es conocido, pero no preciso donde ni cuando, bien me despido se me hace un poco tarde.
Rosamary llega a su casa y revisa el buzòn de correo toma la correspondencia la deja sobre la mesa y se dispone a descansar un poco luego de un dìa bastante ajetreado. Mas tarde abre la correspondencia entre facturas, revistas de modas etc., y un sobre llama poderosamente su atenciòn, remitente SAM , vagamente recuerda ese nombre de algo pero tratando de pensar en ello se quedo profundamente dormida...
y la vida continua...