Mis últimos instantes
Llegar a ser anciano,
tiene sus pro y sus contra.
El pro de haber vivido
una vida feliz.
El haber compartido
con placer y bienestar
junto a la familia que he formado.
Pero no se puede
llegar a ser feliz toda la vida...
Uno enseña, educa, instruye
a los seres que son hijos
de nuestros hijos...
Y a través de los años,
la felicidad se desmorona.
¡Tan poco dura ella!
Hoy me encuentro solo
en un hogar de ancianos.
Los pocos seres
que han quedado de mi familia,
no tienen mucho tiempo
para dispensarme.
A veces pienso
que los que tenemos
una edad avanzada,
tendríamos que dejar de existir.
No lo tomen a mal
los que mi misma edad tienen.
Más aún, los que mayores
que yo son...
Hoy uno de mis nietos
Quedó en que iba a venir a visitar.
Me dijo a las cinco de la tarde.
Ya son las seis, y no ha llegado.
Estoy expectante.
Cada paso que escucho,
me hago la ilusión
que es él que llega...
Oh, aquí estás al fin...
Siéntate... Te noto cansado.
¿Has trabajado mucho?
Puedes pasar a lavarte.
Estás transpirado.
Sé que trabajar de albañil
es arduo y pesado...
Pero tienes que aceptar la realidad.
Es lo que has conseguido,
y debes cuidar tu trabajo...
Porque si no, pueden despedirte,
y eso no sería bueno.
Sí, tengo algo de tos.
Pero solo es por momentos...
Es por los malditos
miles de cigarrillos
que he fumado durante tantas décadas.
He tenido grandes discusiones
con tu abuela por esta
maldita adicción a los puchos...
¿Están bien tu esposa y tus hijos?
No dejes de darles mis cariños.
Te he mandado a llamar...
Me alegro que hayas venido...
Necesitaba verte... Me tienes muy olvidado.
Me agradaría más que me visitaras
sin que tenga que llamarte.
Tengo un presentimiento.
Estoy en los últimos instantes de vida.
Nada bien me siento.
Presiento que la muerte
ha de venir a buscar.
No les dejo fortuna
porque nunca la he tenido...
Espero no te desconcierte
lo que te estoy diciendo.
Pero supongo que has venido
por mí solamente, y no
por algún interés creado.
¡Esta maldita tos...!
Sí, mi querido nieto.
He querido verte porque
sé que estoy en mis
últimos instantes de vida.
Me siento tan mal...
Quisiera... quisiera que me entregues
un abrazo... de despedida.
No me mires así.
Hazlo, te lo pido por favor.
Eso es, así, mi querido nieto.
Así...
No estoy seguro me lo hayas entregado
de corazón, pero bueno,
me lo has dado...
Gracias por hacerlo.
Estrecha mi mano.
Apriétala fuerte,
muy fuerte... así...
Estos... son... mis últimos
instantes... de vida...
Cuida... a tu... familia...
Cuídala... mucho...
Siempre... te... he queri... do
nieto...
Derechos de autor
Hugo Emilio Ocanto
06/02/2017