Mauro Enrique Lopez Z.

En poema del alma

Me llena de inspiración una tarde

aunque llovió mucho

y empecé a escribir versos,

versos de ternura para aquella dama,

que nunca ha estado a mi lado.

Tengo días que me son grises,

pero con sus escritos

me hace feliz en el ocaso,

y su nombre ¡ay!, como lo menciono

de ves en cuando.

Hasta en el jardín

que tengo en casa,

una de ellas es titular

de mi notas que he plasmado

en mi cuarderno y aquí

en poemas del alma.