La lluvia se ha retirado en su bonito carruaje
Con hilos finos, plateados así continúa su viaje.
A otras ciudades cercanas y poderles regalar
fresca lluvia, cristalina, para sus tierras regar.
Y crezcan todas sus plantas, luciendo hojas verdosas,
Todas cubiertas de flores y den frutas deliciosas.
También los inmensos campos exhibirán bellas flores,
Se vestirán los jardines con variedad de colores.
De las flores ¡tan bonitas!, rojas, blancas, amarillas
Y por las calles las gentes, se protegen con sombrillas.
La lluvia es lo más ¡divino!, cuando cae tan transparente,
Regalando hilos brillosos, y humedeciendo el ambiente.
Pero al pasar de los días el calor siempre nos trae
La gracia bella y divina de la lluvia cuando cae.
Vero