Sofía se desplazaba moviendo su cuerpo,
era tan bella envuelta en su vestido negro.
El conde Drácula la deseaba, ella había aceptado
la invitación a la fiesta, él con apetito la observaba.
Sofía no era una de ellos solo era ¡tan bella...!
Él la miraba desde un rincón, mientras bebía
un sangrado con hielo, le apetecía, era deliciosa.
De pronto decide abordarla y con su mirada hipnótica
le ofrece una copa de su divino manjar.
Ella lo mira sorprendida y con mucho temor.
¿Te doy miedo corazón? le preguntó
pero..., susurrante le contestó.
Me enloquecen tus colmillos glotón.
Se tomaron de las manos y se fueron del salón.
Vampirella.