Con pensamiento incesante
_tan puro como un diamante_
te busqué triste quimera
y puse la ilusión fuera
ante la felicidad.
Corazón enamorado…
Nunca fue un amor atado.
No sueño con el abrazo
nido desde mi regazo
por tener la afinidad.
La tristeza es una estrella
gozosa y dulce doncella
perdida entre blanda hierba
como si fuera Minerva,
nostalgia tiene de mí.
El corazón se desliza
por esta senda huidiza
y aplaca su malhumor
con besos de malhechor,
es un simple baladí.
AMALIA LATEANO