Elizabeth Chacon Stevens

CUANDO,TÚ, CAMINES MI CAMINO

 

 

CUANDO,TÚ, CAMINES MI CAMINO

Autora:  Rosa Elizabeth Chacón León / Elizabeth Chacon Stevens

Contumazá, Perú.

Miami, \"Tierra Primaveral,\" USA.

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     Cuando,tú, camines mi camino lleno de abrojos y sientas los estragos del mundo sobre tus hombros, cuando te pongas en mis pies y recorras mis caminos, usando mi zapatos de carne magullada y ultrajada y sientas que mis ampollas y llagas te lastiman, cuando sientas la indiferencia de los pueblos donde hay racismo y te hagan sentir menospreciada por ese tu caminar, cuando sientas que no puedes más y te vas a dormir para no sentir que tus entrañas se comen unas con otras y rugen y rechinan de hambre y de sed, verás que la vida no es fácil porque no has caminado mi camino de hielos, ni te has puesto en mis zapatos de pies magullados y maltratados. Porque eres feliz y no has sufrido, no te duele otro ser.

 

    Inmigrante soy y he caminado el camino lleno de ortigas, he sufrido, he llorado, me he caído pero me he levantado con la frente en alto y he proseguido mi camino; ese camino que tú, no has caminado, que no has llorado, que no has sufrido, porque no lo has experimentado, ni has sentido la punta ni el filo del cuchillo en el estómago, ni has visto la sangre verter por tus dedos; yo, si he caminado ese camino de peligros, de noches a la intemperie, viviendo como vagabunda, recogiendo centavos de las calles para comprar frutas y poder sobrevivir, pero llegará el día en que todos los inmigrantes nos unamos como hermanos, llegará el día en que sonriamos de alegría porque las cadenas invisibles de dolor y llanto ya no nos doblegarán y tendremos el hermoso cáliz de libertad en nuestras manos.

 

     Soy mujer indomable y levanto mi grito de protesta y aversión contra la división de vidas, tras el látigo que domina, que avasalla, que subyuga, que esclaviza, que tiraniza pero que no domina la mente ni sus deseos, ni sus pensamientos, ni sus misericordiosas esperanzas. Llegará el día en que las montañas, valles, collados, costas, sierras y selvas se unan desde el Este hasta el Oeste y desde el Norte hasta el Sur como se unen los hombre de buena voluntad para vivir en paz y armonía porque todos emigramos esperanzados de vivir mejor, en la tierra de nadie o en la tierra de todos, por amor y no por odios.

 

     Hay urgencias y realidades, promesas y buenas democracias. Hermanos, levantémonos como se levanta el sol entre sombras y valles de tristeza, de angustia, de segregación, para ver el camino de luz y poder desterrar los caminos de la injusticia. Tenemos que actuar en las arenas de la inseguridad, de la injusticia racial, en tierras prometidas; levantémonos como rocas sólidas y unámonos como hermanos. Todos somos hijos de Dios, no miremos a nuestro costado pero miremos a todos los problemas que aquejan a nuestros hermanos, que sufren hambre, sed, destierros y son arrebatados de sus mayores joyas: sus hijos, su familia y su hogar. Ponte en su lugar, sufre su dolor,  llora su desencanto, siente su hambre y destierro. ¿Quién dijo que todo era plausible y que era fácil?

 

     América está creada en la gran base y realidad de inmigrantes que emigran para encontrar paz, justicia y libertad y sus derechos de ciudadanos. Hagamos temblar la Nación y a los Presidentes que no desean justicia, a aquellos que han emergido como el sol del día, libres sin ataduras y condenan al que trata de emerger como ellos, arriesgando sus vidas queridas. No debemos ni podemos quedarnos con los brazos cruzados si queremos que todos seamos libres, si queremos evitar crueldad, si queremos desactivar  odio e ira, al eliminar esa sed de venganza, queriendo beber del trago amargo y verter en ella el odio que divide. Si miramos atrás y retrocedemos para no mirar los horrores y brutalidad, siendo víctimas deportadas, estamos apoyando al poder y estamos abandonando al hombre sediento de libertad.

 

     El camino es largo y desigual, es pesado y nada diligente para el caminante, pero donde hay unión, hay fuerza, donde hay fuerza hay libertad, la preciada y soñada libertad que nos emancipa de las cadenas que nos doblegan. Somos tan fuertes que ni la misma muerte nos puede doblegar porque donde hay espíritu aguerrido, hay corazón latente, con fuerzas de seguir adelante. ¿Quien dice presente ante esta realidad que nos sume en vasta tristeza, dolor y desencanto? ¡¿Emigraste? Apoya al que necesita de tu ayuda. Nuestra poesía puede mover montañas si es preciso para evitar una hecatombe, para evitar que vayan a las prisiones, para evitar que pierdan su libertad.

 

Derechos del Autor Reservados.

Miami, 4 de febrero del 2017 a las 10:21 PM.