Dicen que el alma es sabia
por eso no se ve,
la advertencia de la vida
no la queremos entender,
por eso solo creemos aquello
que nos hacen creer.
Que pena de usted,
que pena de mí,
al charlatán lo escuchamos
y al sin conocer sepultamos,
ay, que pena de mí...
y que pena de usted.
Lola Barea.