Aquel amanecer de diamantino
fulgor que a la mañana hizo reír
y con decisión su luz dirigir
hacia tus ojos que fueron destino
***
Destino al que también ilusionado
voló, el ruiseñor de dulce canto
que atraído por tu sutil encanto
dócil decidió, estar atrapado
***
Admiradas estrellas pronto miran
muy celosas se quieren comparar
con el rubor se tienen que apartar
ante tu gran belleza ya suspiran
***
Tu mirada es la paz en la tormenta
es ese rayo de luz que embelesa
es el canto sincero sin sorpresa
es el amor lo que siempre fomenta
***