Mis pupilas quedan asombradas,
al ver tanta belleza en el alma
del cosmos en esta madrugada…
las estrellas vestidas de plata,
encantadas sonríen con la brisa…
¡Oh, Dios, mío! Dice la conciencia:
¡Qué bella es la naturaleza!
¡Eh, gracias! Por dejar que mis pupilas,
Se deleiten con parte de su hermosura…
Señor creador del cielo y de la tierra,
no te olvides de los niños, ni de las viudas…
extiende tu mano para brindar la lluvia
a los frutos florecidos en las viñas
Gracias te doy hoy por tu bondad,
y por la paz que brinda tu palabra,
que es como espada que atraviesa
el alma, adereza y labra nuestra senda…